y me diste en regalo a la Vida.
Ellos: me buscaron,
recibieron,
y formándome,
como pudieron.. lo hicieron «bien..»:
Hicieron lo correcto.
Con cuatro, y en seis, que dan diez,
sin mucha fuerza, ni guía, me deje llevar.
Ni carro. Ni barca. Ni espejo. Me detuvieron.
Siete perros también me cuidaron..
Con tres y nueve,
en desesperación: GRITÉ!
Creí caer,
pero estabas ahí para sostenerme.
Creí romperme,
y perderme…
en-más-de-m1l pedazos…
–en estallido…-
(y fue ahí
cuando -y dónde-,
me encontré).
. . .
En cuatro más uno..
-que no son cinco-,
Amor, te reencontré..
Con cuatro y seis, hoy escribo…
«¿Quien dijo que hemos venido a ser felices?»
Responde, el Guía y Maestro, -que no quiere serlo-…
No lo sé.
La Vida me sorprende en onda felicidad..
Y Yo la dejo.
// Inicios de Agosto, 2017 y Tiempo de Mikael.